Estas cuatro paredes,
cárcel de nuestro amor furtivo
no abarcan ni comprenden
y son cómplices y no testigos.
Cuerpos celestes, blancos, verdes, rojos,
sólo el color de tu piel nubló mis ojos.
Tú, mi estrella.
Yo, tu universo.
cárcel de nuestro amor furtivo
no abarcan ni comprenden
y son cómplices y no testigos.
Te he amado en los mil rincones de mi universo,
dejando estelas tras tus besos.
dejando estelas tras tus besos.
Al calor de las estrellas más brillantes,
he dejado que sea tu cuerpo quien me abrase.
he dejado que sea tu cuerpo quien me abrase.
Cuerpos celestes, blancos, verdes, rojos,
sólo el color de tu piel nubló mis ojos.
Tú, mi estrella.
Yo, tu universo.
Guerrero
Un universo un tanto caótico, a juzgar por la ilustración. Qué mejor que el caos para disfrutar intesamente de cada instante que nos regala la vida... y como a bien tienes mostrarnos en forma de poema, mejor todavía para el amor.
ResponderEliminarHola Jesús, me gustó tu visión caótica del universo. Creo que depende de la perspectiva o del tamaño de aumentos con los que lo examines. Así, un cuerpo que a simple vista te parece super pulido, examinado a una escala adecuada es una superficie con miles de aristas, ahora ya sí caótica. Como ya sabes, prefiero el caos a la nada. Y sobre el amor,... pues con más razón. Un abrazo y gracias por tu comentario.
ResponderEliminarGuerrero
¿Es tuya la ilustración Arte Pun?
ResponderEliminarSí Jesús es mía la ilustración, ¿tanto se nota?...
ResponderEliminarGuerrero
No, tan solo vi demasiada coincidencia entre el poema y la ilustración. O bien, habías escrito en base a la imagen, o habías dibujado tras escribir. De todas las maneras me parece una muy buena iniciativa, que me ha sorprendido por lo que de más hay en ti.
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