¡Ya sé! Fue en aquel concierto. Se acercó a mí pidiéndome fuego. Le dije que no fumaba, y él me dejó entrever su condición de galán; “no te he preguntado si fumas, te he preguntado si tienes fuego”. Yo también sé fingir, y eché mano de mi naturaleza como mujer... me di media vuelta y marche mostrando enorme indiferencia. Reconozco que me pasé un poco. Al cabo de media hora, arrepentida, le pedí a mi amiga que me acompañara a buscarlo. Al regresar al lugar del encuentro, comprobé horrorizada que ya se había marchado. En su lugar, había dejado olvidada una mochila.
'Jesús´
Sí señor, esto va enganchando. Me gusta este relato y lo que lo rodea.
ResponderEliminarGracias Jesús.
Gracias Arte Pun, ya va camino de convertirse en un culebrón...:-)
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