EL BESO
CAPITULO I
Praga
identificada como una de las tres ciudades imperiales junto con Viena y
Budapest, es una de las mas hermosa ciudades de Europa. Es una ciudad para
recorrerla tanto de día como de noche. Aunque probablemente, el recorrido nocturno
sea mas agradable e impactante, por la hermosura de los edificios iluminados
por grandes reflectores o bien el recurrido por las calles llenas de
edificaciones señoriales. Recorrer sus calles es una experiencia inolvidable y
retonificante. Detallar cada uno de los edificios, monumentos, plazas o atracciones
turísticas sería estéril y cansado. Y saldría del propósito de esta historia.
Baste decir que uno de los lugares emblemáticos de la ciudad es el puente
Carlos V, en uno de sus extremos se encuentra una hermosa y majestuosa torre;
mientras que el otro extremo desemboca por su lado izquierdo en una plaza y por
su lado derecho en un pasaje de recuerdos de la ciudad, de frente hay una calle que continua el sentido del puente,
que serpentea y se adentra en el corazón de la ciudad. Pues bien, era una noche
de verano, en el mes de septiembre, cuando Rosi y sus amigas estaban comprando
recuerdos en el pasaje. De pronto una voz masculina les preguntó:
-¿Mexicanas?
Con
sorpresa y agrado, por encontrar a un coterráneo en tan lejano lugar,
respondieron.
-Si.
-¿Y que andan haciendo tan lejos de casa?
Una
de ellas contesto:
-Pues estamos de vacaciones. Venimos a visitar a mi
hija y a su esposo que viven en Alemania y aprovechamos para conocer otros
lugares. Esto lo decía, al momento que le presentaba a su hija.
Otra
pregunto:
-¿Y tu, de donde eres?
-De México. De la capital. Soy chilango, pero vivo
en España.
-¿Y ustedes de donde son?
-De San Luis Potosí.
La
platica continuo fluida entre las mexicanas y su compatriota. Empero, entre
Rosi y su compatriota, sin saber cuando, ni en que momento, broto una chispa.
Nació algo impreciso e inefable, que creo lazos. A veces, de esas raras veces,
aparece un sentimiento o atracción a
primera vista. Ambos sintieron lo mismo y presintieron que el otro lo compartía.
La situación era ambivalente, por una parte la platica fluía en el tema del
viaje y sus experiencias. Por la otra parte, la atracción entre ambos
aumentaba, limitándose, en cuanto a su manifestación por la presencia de las
amigas de Rosi y los temas abordados. El tiempo transcurría y se iba agotando
la oportunidad de poder establecer una vía de comunicación, que aparentara ser
de forma natural y no forzada o burda. Y esta se dio cuando una de las amigas,
pregunto:
-¿Y viajas a México?
-Si. Algunas veces al año.
-¿Y alguna de ustedes viaja al D.F.?
Continuara..........
¡Bueno, bueno, un nuevo relato por entregas! Parece que el flechazo amenaza escena de cama. Me encantó el segundo párrafo. Esta lleno de magia. ¡Te animo a que termines también de publicar Ginetta!
ResponderEliminar