El Beso (Tercera entrega)

EL BESO

(Tercera entrega)

            A mediados de febrero Charly, preparo su viaje a México, en principio, no le dijo nada a Rosi, para darle la sorpresa y ello fue bueno, pues finalmente tuvo que suspenderlo. Los correos, comenzaron a ser breves. Pero, a pesar de ello, la intensidad y entrega que se percibía en los mismos, continuaba firme. A mediados de marzo, volvió a planear su viaje para fines de mes y así se lo hizo saber a Rosi. Desafortunadamente, llegada la fecha surgieron complicaciones con su negocio y suspendió el viaje, para desilusión de ambos. No fue, sino hasta mayo, cuando pudo planear nuevamente, el viaje a México, para principios de junio y así, se lo comento a la joven. Curiosamente, poco faltaba para que se cumpliera un año, desde que se habían conocido en Praga. Alguna amiga de Rosi, le comentó:

-Amor de lejos es de…….pensarse.

            Y en efecto, el tiempo transcurrido, comenzaba a hacer mella en su animo, aunque no en su esperanza. Paso un mes y medio, hasta que, finalmente, llego el día que Charly, viajo a México, y claro dentro de sus prioridades, estaba el ver nuevamente a Rosi. Por ello, mediante un correo le aviso de su próxima visita y le pidió le diera el número de su celular, para poderle llamar. En cuanto Rosi, recibió el correo, una alegría y expectación inundaron su corazón. Pero al mismo tiempo surgió la duda o inquietud, sobre si era correcto o no. Si era posible o no y lo mas importante, si era real o todo era mentira. Así la mujer tenia esos sentimientos encontrados que tantas veces asaltan a los seres humanos cuando tienen que tomar decisiones que pueden cambiar su vida. Y en esta lucha estaba, cuando medito para si misma: “Pero que puede pasar, con darle el número de mi celular. Si acaso que tendremos algunas conversaciones y si veo que la cosa no va bien, pues con no contestarle bastará”. Bajo este razonamiento, le envío por correo su número.

CAPITULO II

            Charly, trabajaba en su computadora, cuando vio el aviso de la recepción de un correo de Rosi, que abrió de inmediato. Causándole una grata sorpresa ver el numero del celular de la joven. Sin pensarlo, tomo su celular y marco el número…..rinng…..rinnng…..rinnng.

-Bueno.

            Ese bueno, ese tono de voz, fue música para los oídos de Charly. Por ello, con emoción respondió.

-¿Rosi? ¿Eres tu?

-¿Quién llama?

-Soy yo. Charly.

            Visiblemente emocionada, Rosi comentó:

-Charly. Que gusto saber que estas aquí. ¿Cuándo llegaste? ¿Cómo estuvo el viaje? ¿Cuánto tiempo te vas a quedar? –dándose cuenta de todas las preguntas formuladas. Ella misma preguntó- ¿Cuántas preguntas hago? ¿verdad?

            Condescendiente y alegremente le respondió:

-Para nada. Tu pregunta todo lo que quieras y te responderé con mucho gusto. Llegue ayer. El viaje, estuvo normal. En términos generales, no se me hace largo, ni pesado, porque aprovecho el tiempo, para relajarme, ver las tres películas y me duermo un par de horas. Con lo cual, el viaje no se me hace pesado. Por lo que se refiere al tiempo que me voy a quedar, a ciencia cierta no lo se. Pues dependerá de cómo se vayan resolviendo los asuntos que me traen.

            La platica continuo y conforme fluía, se daban cuenta de la afinidad que había en sus vidas. Y aunque ambos, deseaban preguntar cuando se verían, los dos daban largas a la pregunta. Empero, al cabo de treinta minutos de plática. El preguntó:

Continuará............