EL BESO
(Octava entrega)
-Siempre tendremos a Praga.
Y alzo su copa para brindar. Ella,
acerco su copa y ambas se golpearon, al momento que repetía.
-Siempre tendremos a Praga.
Ambos,
no solo disfrutaban de la comida y el vino, sino de ellos mismos. Sus miradas,
no se apartaban de sus rostros. Embelesados, cada uno con la imagen que recibía
de su interlocutor. El tono de sus voces, era el acompañamiento perfecto, para
el momento. El pescado, resulto del agrado de la chica y el vino se fue
agotando, hasta que el mesero le sirvió “las gotas de la felicidad”. Para el
postre, Charly, le sugirió que probara la tarta de fresas con crema. A lo cual
accedió sonriente. La charla, continuo, como desde un principio, amena,
divertida y entretenida. Poco a poco, el restaurant, se fue vaciando, hasta que
solo quedaron Charly y Rosi. Dándose cuenta de la situación, decidieron
retirarse. Una vez pagada la cuenta, en la puerta de salida, se despidieron de
Mau, con la promesa de regresar pronto. Ya en el automóvil, con voz relajada,
la joven, le dijo:
-Gracias. Ha sido una comida deliciosa. El pescado
estaba riquísimo. Los tacos al pastor, saben igual que los normales. Jamás me
imagine, que eso fuera posible y la tarta, estaba riquísima. Lo mas probable es
que no cene mucho. Y me da pena. Porque mi familia me debe de haber preparado
una buena cena.
-Bueno. Todavía queda algo para la cena. De todas
formas, come un poco de todo lo que te den. Y te aseguro, que no vas a tener
problema. Además, el pescado se digiere muy rápido.
En
ello estaban, cuando llegaron a su destino. Quedaron en llamarse, en la mañana
del sábado, para definir la hora en la que él pasaría a recogerla para ir al
teatro y a cenar. A día siguiente, a media mañana, le llamó a su celular, con
voz pausada y melosa contesto:
-Hola.
-Que tal ¿cómo estas?
-Bien ¿y tu?
-Contento de escucharte. ¿cómo te fue en la cena?
-Estoy un poco apenada con mi familia. Pues se
esmeraron en prepararla y solo le di probaditas a la comida. Y es que procuro
cenar ligero. De todas formas, no se lo tomaron a mal. Inclusive me gastaron
algunas bromas.
-Ummmm. Que bien. Por cierto, no vayas a comer
mucho, pues, recuerda que hoy cenamos.
-No te preocupes; voy a cenar sin problema, aunque
te recuerdo que ceno ligero. ¿Por cierto, que es lo que vamos a hacer?
Continuará……….
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