Páginas

Translate

viernes, 17 de mayo de 2019

En aquella casa... 5º Parte.

  


  Avanzó unos pasos por el estrecho pasillo. Aquella prominencia no parecía titubear ante lo inminente de su presencia. Un olor a óbito le asaltó la pituitaria amarilla. Es entonces cuando recordó las palabras de su mentor D. Liceo Gisbert;

  - Si escapas a tu instinto, nunca sabrás quien eres.

  Aquella frase retumbaba en su cabeza, haciéndole recordar cuanto de verdad había en ella. No era el momento de recular como tantas veces antes lo había hecho. El miedo al fracaso se cruzó de nuevo en su camino. Dudó. 
  Era su última diligencia y el temor a que le ocurriera lo mismo que en la noche de su debut lo atenazó hasta tal punto que una sensación de ahogo acabó con el desayuno hecho papilla por el suelo. Nunca antes durante su dilatada carrera volvió a percibir esa sensación. Algo le decía qué aquello tenía que ver con el pasado. Algo en todo esto le resulta familiar.
   Este chascarrillo le acompañó toda la vida. Durante demasiado tiempo tuvo que aguantar las burlas de sus compañeros de profesión que vieron en él a un espabilado con ínfulas de extraordinaria aspiración. Nada más lejos de la realidad. Esa vanidad pretenciosa que algunos querían ver en él, no era otra cosa más que una luz que brillaba como pocas. 
  Guti era de esas personas que nada más aparecer eclipsaba a todos los allí presentes concentrando todas las atenciones con su perspicacia y facilidad de palabra. Él no se sabía diferente. No se veía distinto al resto. No se sentía peculiar. Y es ahí donde residía su particularidad. No supo reconocerse. Y es por esto que acabaría por convertirse en lo que es hoy; una vieja promesa. Malograda estrella de la medicina legal. Sometido por una galopante adicción al alcohol. Divorciado con tres hijos a los que hace años que no ve. Y con un insaciable apetito hacia el sexo opuesto. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario