Destino, un pequeño relato por entregas (8ª entrega)

La primera era un amanecer en la playa. Un bello amanecer. La segunda, la segunda (a María le tiembla la voz)... la arena rasgada a franjas horizontales, bajo un cielo azul y un apacigüe oleaje. Y a un lado de la imagen. Aquel hombre que portaba una mochila a sus espaldas, y vestía con pantalón corto y camisa de lino blanco. La tercera, ¡Dios!, la de un concierto de luces verdes y una maraña de público escapando por los vomitorios de una grada. ¡Había una cuarta! ¡Sí, la había! ¡Ahora empiezo a recordar!  

'Jesús'

Destino, un pequeño relato por entregas (7ª entrega)

¡Horrorizada, María recuerda un detalle que en su momento carecía de importancia! Al llegar a casa y abrir la mochila, extrañada, saca de su interior tres fotografías.

´Jesús

Destino, un pequeño relato por entregas (6ª entrega)

¡Ya sé! Fue en aquel concierto. Se acercó a mí pidiéndome fuego. Le dije que no fumaba, y él me dejó entrever su condición de galán; “no te he preguntado si fumas, te he preguntado si tienes fuego”. Yo también sé fingir, y eché mano de mi naturaleza como mujer... me di media vuelta y marche mostrando enorme indiferencia. Reconozco que me pasé un poco. Al cabo de media hora, arrepentida, le pedí a mi amiga que me acompañara a buscarlo. Al regresar al lugar del encuentro, comprobé horrorizada que ya se había marchado. En su lugar, había dejado olvidada una mochila.

'Jesús´

Destino, un pequeño relato por entregas (5ª entrega)

¿Dónde he visto a ese hombre antes? María trató de recordar sin suerte. ¡Bah!, hace tiempo que dejé de quedarme con las caras, para empezar a olvidar algunas. ¡Pero yo juraría! Serás estúpida. ¿No estás cansada de hombre? ¡Dos divorcios son mas que suficientes! ¡No es eso! A ese hombre lo he visto en algún sitio... ¡lo conozco!

'Jesús'

Efectos de la cualidad no transitiva

Si Laura quiere a Jorge, y Jorge ama a Rosa, Laura odia a Rosa,... y a Jorge.

Guerrero

Destino, un pequeño relato por entregas (4ª entrega)

Parecía tener prisa a pesar de que el día invitaba a reflexionar. Portaba una mochila a su espalda, y vestía con pantalón corto y camisa de lino blanco. No se había descalzado, lo que indicaba que no tenía intención de quedarse allí por mucho tiempo. Su actitud era más que sospechosa. Observaba nervioso, como buscando algo sin saber el que. ¡Quizás hubiera perdido algo!, ¡o a alguien! El caso es que levantó las sospechas de María, que hacía tiempo que lo observaba.                     'Jesús'

Destino, un pequeño relato por entregas (3ª entrega)

A horas tan tempranas, la mar se muestra calma. A algunos no parece preocuparle que amanezca tan pronto. ¡La estampa es más reconfortante que el calor de las sabanas! Apenas una pareja haciendo footing, un anciano escarbando en la arena, y un par de pescadores se divisan en lo que la vista es capaz de alcanzar. ¡Ah!, y un hombre. Un hombre empujando su bicicleta a toda marcha.

'Jesús'

Destino, un pequeño relato por entregas (2ª entrega)

El día amanecía como de costumbre por estas fechas; claro y soleado. Un sol de justicia se colocaba por las ventanas, inundando el pasillo del hotel de un rojo cobrizo. Esa mañana, María, había programado el devenir del día. Despertase bien temprano. Desayuno en el self-service, playa, chiringuito, piscina y cena. Pero nada podría hacer imaginar lo que le deparaba el destino. Aquel día cambiaría su vida para siempre.

                                               'Jesús'

Destino (pequeño relato por entregas)

'Jesús'

Momentazos: ¿O no es el cine también poesía?

"I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orión. I've watched c-beams glitter in the dark near theTannhäuser Gate. All those ... moments will be lost in time, like tears...in rain. Time to die"

"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir"

Cualidad Reflexiva

Me cuesta encontrar las palabras que digan lo que pienso. No se me ocurre por qué estás aquí, pero me gusta. Hoy he dejado la puerta entreabierta para que tú entraras. Mas no sé cómo empezar. Casi ni me daba cuenta de que me mirabas, en cambio has clavado tus uñas en mi espalda, me has apretado fuerte, como si estuvieras salvándote de algo, huyendo, aferrándote a lo único cercano. Ese era yo. Nunca he sido el apoyo de nada, siempre miraron por encima de mi cabeza, sin pararse a ver qué había debajo, allí dónde yo estaba. Sólo tú. Sólo tú has bajado la mirada y te has acercado corriendo. Y aquí estamos unidos, en cuerpo y alma, casi inseparables desde hace unos minutos que parecen años, que parece que fue desde siempre, el uno y el otro, uno sólo, aferrados, hundiendo aún más las uñas, sangrando las huellas de nuestro encuentro, pensando que somos uno para el otro, pensando que no estamos solos, yo, no volveré a mirar por la ventana, no volveré a dejar la puerta entreabierta, ya no espero a nadie, contigo me basta, soy tú, soy lo que esperaba.

Guerrero