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miércoles, 5 de junio de 2013

Animales racionales



Dos ancianos sentados en el banco de un parque. Uno de ellos, Carmelo, está  dándole de comer a las palomas. El otro, Manuel, lee el periódico. Manuel tiene unos pequeños, aunque significativos tics; mueve la cabeza de adelante hacia atrás cuando se desplaza o mueve, apenas pestañea, y cuando lo hace es a una velocidad impropia de una persona. Se siente molesto pues, Carmelo, llama la atención de un gran número de palomas a sus pies. Les lanza migas de pan al suelo para que coman de ellas. Manuel lee una noticia que advierte que todo aquel que dé de comer a los animales en la calle, puede ser sancionado con una multa de treinta euros. Manuel le reprime por lo que está haciendo, advirtiéndole de la noticia. Carmelo hace tiempo que se dio cuenta del malestar de Manuel. A pesar de ello sigue con lo que estaba haciendo.

–¡Mire usted lo que dice la prensa de hoy!

–No veo bien sin gafas.

–¿Quiere que se la lea?

–No ando muy bien del oído.

El AYUNTAMIENTO SANCIONARÁ A QUIEN DÉ DE COMER A LOS ANIMALES EN LA CALLE” 

–¿Sabe usted que significa esto? –Carmelo se muestra indiferente, ajeno a las palabras de Manuel.

–¡Oiga, qué estoy hablando con usted! –Manuel le golpea con el dedo índice en el hombro mostrándole la noticia. Carmelo se vuelve sobresaltado.

–Ah, eso. Ya le digo que sin gafas no alcanzo a leer. –Manuel le acerca el periódico.

–Ya leí la noticia.

–¿Y?

–Me parece una buena iniciativa. –Dice esto mientras se vuelve para seguir arrojando migas al suelo.

–¡Oiga, haga usted el favor! ¡A personas como usted la deberían montar en un avión y lanzarlas en una isla en medio del mar! ¡No le da vergüenza!

–¡Vergüenza! ¡Vergüenza dice usted! ¡Si quieren más dinero... qué multen a los abanderados de las libertades... a los defensores de los derechos ajenos... a los que hacen de la tragedia un espectáculo... a las putas, a los clientes y a los proxenetas... a los que se manifiestan por todo para así poder pisotear lo ajeno... a los radiocharlatanes de nómina y corbatas consagrados a la verdad del mejor pagador... a los tecnicistas... a los que como usted son capaces de defender lo absurdo con tal de esconder su incapacidad para hacer la O con un canuto... a los que no les importar saber cuanto tienen con tal de tener. ¡A los que...

Manuel se agacha en cuclillas y comienza a picar sobre los trozos de pan. Mueve compulsivamente la cabeza de adelante hacia atrás, pestañea a gran velocidad y espanta al resto de palomas propinándole repetidos picotazos con su nariz. Carmelo no parece extrañado y se vuelca en tirarle las migas a Manuel. 

La familia de Manuel anda preocupada tras su desaparición. Él vive feliz como nunca antes encaramado en la cornisa del ayuntamiento y cagándose encima de todo aquel que pasa. Para que quiere más. No paga hipoteca y tiene unas vistas impresionantes. Y lo más importante; nunca le falta de comer.

*http://www.abcdesevilla.es/20101117/sevilla/ayuntamiento-sancionara-quien-comer-201011162245.html

2 comentarios:

  1. Todo un señor palomo.

    Me gusta Jesús ese mirar desde otro punto de vista.

    Gracias por el relato. Un abrazo

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    Respuestas
    1. Un auténtico palomo.

      Gracias por el comentario Guerrero.

      Estoy deseando leerte...

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