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sábado, 29 de junio de 2013

EL BESO (Cuarta entrega)


EL BESO
(Cuarta entrega)

-¿Y cuando puedes venir al D.F.?
Un poco desconcertada y titubeante respondió.
-No se. Tengo que preparar las cosas aquí. Pedirle a mi mamá que me cuide a los niños. Avisarles a unos clientes de mi ausencia y sobre todo hablar con unos familiares que tengo en México, pues es a la casa de ellos a la que llego, cuando voy para allá.
-Esta bien. No te preocupes. Velo con calma y planeamos tu visita al D.F., para que sea una experiencia inolvidable.
Rosi, dudaba entre ir a ver a Charly o permanecer en San Luis. Algunas de sus amigas que estaban al tanto de la situación la animaban, ponderándole lo romántico y emocionante de la situación. Otras en cambio, la alertaban en contra de un posible estafador. Alguna, inclusive, en tono sarcástico, se aventuró a decirle:
- Ten mucho cuidado. Pues no sabes nada de él.
En fin que la chica, paso unos días trabajando con el dilema. Hasta que su corazón, razonó: “Bueno. Si es un estafador. En el primer instante que vea algo raro o sospechoso, simplemente, me disculpo un momento y me regreso a San Luis”. Por otra parte la idea de encontrarse con su amigo en la Capital, le resultaba emocionante y excitante. ¿Cuántas mujeres, podían darse el gusto o lujo, de dejar un momento su entorno para vivir una aventura? De improviso vino a su mente los días que los escolares se van de “pinta”. Dejan a un lado obligaciones y preocupaciones, para dedicarse única y exclusivamente a perder el tiempo, en una cafetería, en un parque o en el campo. Sí. Así, comenzó a ver la posibilidad de ir a la capital. Irse de “pinta” y pasárselo bien. Los días pasaban, las conversaciones por celular, eran cada vez mas frecuentes, prolongadas e interesantes. Prácticamente, el tiempo se les iba volando cuando hablaban. La voz de Rosi, suave y melosa, hacían una delicia escucharla. Ambos, profesionales, no solo hablaban de su vida cotidiana, sino de sus respectivos negocios. Y este fue, un punto mas de unión, pues la experiencia de ambos, les permitía aportar puntos de vista valiosos para el trabajo de ambos. Sin darse cuenta, su relación y entusiasmo, reclamo la necesidad de verse. Fue algo natural, en cierta llamada, el se lo sugirió:
-Fíjate que están presentando una excelente obra de teatro, en el Teatro Libanes. He escuchado muy buenas criticas, y los actores, son excelentes. Tengo intención de ir a verla, pero sería fabuloso, si pudiéramos ir a verla juntos.
Rosi, sintió un vuelco en el estomago, la emoción la invadió y con un poco de nerviosismo, respondió:
-No se. Me tomas un poco por sorpresa. No se si podré preparar el viaje.
-Bueno, las funciones son viernes, sábado y domingo. Puedes intentar venir el próximo fin de semana y te aseguro que la vamos a pasar muy bien. De todas formas, si no puedes venir, este fin de semana, pues pude ser el siguiente.
-Déjame, pensarlo y luego te aviso.

Continuará……..

1 comentario:

  1. ¡Chica anímate! Mira que le está costando... Siendo autobiográfico, y sabiendo como eres Capitán, me queda el consuelo de que Rosi no topará con un desalmado.

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