El Beso (Segunda Entrega)

                                                                 

            Esto lo dijo, con la intención de que se podrían ver, cuando el fuera y así lo recibieron las mujeres. Rosi, sin pensarlo, instintivamente dijo:

-Yo. Yo viajo al D.F.

            Reprimiendo la alegría y emoción de tal revelación, le comentó:

-Mira. Te doy la dirección de mi correo electrónico y así estamos en contacto. Y cuando vaya te aviso para ver si nos coordinamos y nos vemos en el D.F.

-¿Por cierto, como te llamas?. –Le preguntaron-

-Charly.

            Charly anoto su correo en una pequeña libreta que le prestaron y ella su nombre y correo en una pequeña hoja azul, que le entrego. En cuanto él la recibió, aprecio la hermosa y delineada letra. En ambas direcciones, iba mas que un contacto, una esperanza, una ilusión, una conexión. Después del intercambio de correos, se despidió de sus compatriotas y continuaron su camino. A todos la experiencia les dejo un agradable sabor de boca. A Rosi, le gastaron algunas inocentes bromas sus amigas. Pero, tanto ella como Charly, llevaban en su corazón una gran alegría. La estancia en Praga, cobro un nuevo encanto. Esa ciudad, siempre sería emblemática en su vida, no solo por su hermosura y majestad. Sino, por el encuentro de dos corazones sensibles y necesitados de que la llama de la vida se volviera a encender. Charly regreso a España, mientras que Rosi continuo su viaje por Europa en compañía de sus amigas. Sin recordar en que fecha regresaría Rosi a México, dejo que pasaran los primeros días de octubre y justo, el doce de octubre, cuando se disponía a escribirle un correo, recibió un correo de la chica. No era muy extenso, pero suficiente para continuar estableciendo lazos. Ambos estaban viviendo una experiencia nueva en sus vidas. Y si bien era cierto, que la primera atracción los impulsaba a comunicarse, la distancia y el desconocimiento de la realidad de uno y otro, los frenaba en cuanto su deseo. Sobre todo a Rosi. Quien en un principio se abrió. Pero, después de meditarlo, decidió, dar marcha atrás y solo comunicar lo mínimo de su vida. Ello, llevo a un estancamiento en cuanto al conocimiento del uno, del otro. Si acaso, solo sabían que ella tenia dos hijos y que el estaba separado. Ella tenia su despacho de asesoría a empresas y él, de profesión abogado, tenia su despacho de asesoría corporativa.

            Si bien, en los correos que se enviaban, comentaban poco de su vida personal, en los mismos iba aumentando la complicidad y la identificación. Ambos, almas sensibles y soñadoras, encontraban el uno en la otra y viceversa, el entusiasmo de vivir la vida. Cada correo que recibían era una inyección de energía, de vida, de esperanza. ¿Por qué no? Ambos, había tenido amargas experiencia en la vida. Experiencias que marcaron sus vidas. Pero, esto era algo nuevo. Algo distinto. Algo extraordinario. No todos los días conoces al hombre o mujer de tu vida, en Europa, en una ciudad de ensueño. No. No eso no sucede a menudo. Pero, a ellos les había tocado. La distancia, lejos de complicar la situación, era el marco perfecto para poder soñar; como en las novelas de Stendhal, Dumas o Balzac, en las que los sentimientos se reforzaban a través de la comunicación epistolar. Su situación evidenciaba que el corazón, sin importar los tiempos, ni los años, no cambia. Que sigue siendo el mismo. Y que ese “algo” que había nacido en Praga, estaba creciendo, desarrollándose, sin que se notara significativamente. Los meses se sucedieron unos a otros y Charly, por razones de trabajo, no se desplazaba a México. En algunas ocasiones, el tiempo y los problemas a los que se enfrentaba Rosi, hacían que su entusiasmo se enfriara. Pero, bastaba recibir uno o dos correos de su compatriota, para que recobrara los ánimos y su ilusión recuperara sus niveles.

Continura...........