Algo tenía que pasar mientras todo corre,
mientras huye,
mientras huyes.
El lugar que fue acabó siendo,
el lugar que fluye, acabará siendo.
Verde sobre asfalto,
azul bajo el cielo,
nubes de algodón.
Tenía el que tuvo y al que la razón no le dieron.
Te lo venía diciendo amigo, para entonces tan solo quedará, el ladrido de los perros.
Me parece perfecto Jesús que pruebes con la poesía, es un espacio en donde casi todo cabe, disfrútala.
ResponderEliminarCiudad de perros me trae sentimientos de final apocalíptico, donde la naturaleza vence como ocurrió siempre, pero albergo la esperanza de que, y también como siempre (?), renazca el hombre en un nuevo Edén.
Ánimo y gracias por tu propuesta.
Guerrero
J. Luis Puntas
Esta idea, que puede parecer pasiva, bajo mi punto de vista, esconde un pensamiento revolucionario en contra de los que se erigen en abanderados de la ética y la moral. Siempre me ronda la cabeza en cuanto a reivindicaciones apocalípticas varias se refiere que por mucho que nos empeñemos siempre estará la vida para poner orden. Andamos algo sobredimensionados y algo de reflexión pienso que no nos vendría mal. En cuanto a la poesía; todo un descubrimiento...
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