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lunes, 16 de julio de 2012

GINETTA (Capítulo X)


En el capítulo anterior:

  Esto, se lo comentaba insistentemente a su esposo, con la esperanza, de que se solucionara este suplicio. Pero, él insistía, en que: “Es normal en la primera vez. No se preocupe, al rato se le quita”. Viendo que sus comentarios y suplicas, no daban ningún resultado y sufriendo cada vez que Roberto la penetrara, decidió cortar por lo sano y así en plena luna de miel, de manera tajante, le dijo:
-No quiero que me vuelva a tocar.




Un poco desconcertado, pero pensando que se trataba de una broma o un capricho de su esposa, respondió:
-No se preocupe. Si quiere descansamos un poco y mañana o pasado, ya estará como nueva.
Esta vez, con un tono de voz, que no admitía comentarios y una mirada desafiante, le espeto.
-Que quede muy claro. Usted no me vuelve a tocar en toda mi vida.
Iba a argumentar algo. Pero viendo la determinación de Ginetta, sobre todo su mirada, prefirió guardar silencio, con la esperanza que en unos días, todo volviera a la normalidad. Lo cual, no sucedió. El resto de la luna de miel, ambos durmieron en los extremos de la cama, cruzando durante el día las palabras necesarias para convivir. De regreso de su viaje de novios, ocuparon la casa que la familia de Roberto les había regalado, aunque al cabo de tres meses se separaron y posteriormente, se divorciaron. Durante todo ese tiempo, la joven no permitió que la tocará, ni al saludarla o al despedirse, siquiera con la mano.
A los dos años, acepto un empleo en un noticiero de la televisión, que le ofrecieron en la capital; y los siguientes seis años, se entregó de lleno a su trabajo, obteniendo de sus jefes y compañeros reconocimientos y felicitaciones. Si bien, su trabajo era de naturaleza periodística, el estar en el noticiario le llevo a conocer a políticos, actores, artistas y a muchas personalidades. Su trabajo, le exigía mucho de su tiempo. Ejerciendo sobre ella, una gran presión, pues el noticiero, se transmitía de lunes a viernes. Durante este tiempo, el contacto con su padre era intenso y continuo. Nadie la conocía como él. Esto lo comprobó, cuando cayo en cama por una tremenda infección. En un principio los médicos, no sabían de que tipo de infección se trataba y el tratamiento fallo, y los síntomas se agudizaron postrándola en la cama. Desde el principio, se lo oculto a su padre, pues no hacia mucho había tenido un derrame cerebral que lo había dejado hemipléjico. Por ello, al quinto día de estar sufriendo en la cama se molestó, cuando sonó el timbre de su departamento. Por el interfon pregunto:
-¿Quién?
-Soy yo. Tu papá
Inmediatamente, abrió la puerta, su padre trabajosamente entro al departamento y ambos se fundieron en un fuerte abrazo, mientras ella lloraba de alegría y sentimiento, ya que su padre había intuido que estaba enferma y había dejado todo para estar con ella. Su madre se había quedado. Pero ahí, estaba su padre. Su ser más querido. Permaneció unos días con ella. Y una vez que comenzó a restablecerse, se marchó. A los pocos meses recibió una lacónica llamada de su madre:
-Llamo para decirle que su papá falleció el día de ayer y hoy lo vamos a sepultar.

Continuará……………..

El Capitán.

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