La noche habla entre susurros
despertando de días sin sueños,
hiela el instante del recuerdo
y pregunta al corazón
que se despertó aterido,
y no tiene respuestas.
Navego libre
por los mares
de mi pensamiento,
aguas azules, claras y oscuras,
olas que mecen
bajo estrellas que aguardan,
olas que sacuden el alma
y anuncian naufragios
y velan días de calma.
No es Tierra,
lo que al final
se vislumbra,
son sombras
que junto a mí navegan,
y llevan mi mismo rumbo.
Incapaces de encontrar su estrella,
han puesto su fe en mi.
No saben
que navego sin cartas
que no miro al cielo
para guiar mis huellas,
que no busco puerto,
sino respuestas.
Guerrero
Magnífico poema de este hombre que busca respuestas en el destino, y que sin saberlo, ya ha tomado un nuevo rumbo. Cobra aun más dimensión gracias al audio.
ResponderEliminarGracias Jesús.
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