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lunes, 5 de diciembre de 2011

Nuestra Naturaleza

A la orilla de una laguna se encontraban una rana y un alacrán. Los dos querían pasar al otro lado. La rana se disponía a entrar al agua, cuando el alacrán le dijo:
-Ayúdame a pasar al otro lado. Llévame en tu lomo.
La rana de inmediato le respondió.
-No. Porque si te llevo encima de mi, me vas a picar y me voy a morir.
El alacrán, con circunspección le replico:
-Eso no va a suceder. Porque si te pico y mueres, yo también moriría.
La rana medito: Es cierto, si yo muero, el alacrán también moriría. Y no creo que quiera morirse. Entonces le dijo:
Esta bien. Te llevare a la otra orilla. Sube encima de mi.
El alacrán subió sobre la rana y esta comenzó a cruzar la laguna. A medio camino. El alacrán le clavo su aguijón a la rana y esta agonizante, le preguntó.
-¿Por qué me clavaste tu aguijón? Ahora ambos vamos a morir.
Con resignación el alacrán le respondió.
-Si. Ya se que vamos a morir. ¿Pero que quieres? Es mi naturaleza.
 
                       Fábula popular.
 
                       El Capitán

3 comentarios:

  1. Muy bueno.
    Elemental. Por eso mismo siempre se dijo que tiran más dos tetas que dos carretas, no ya por el rodaje, sino por la naturaleza, que es más fuerte.
    Saludos.

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  2. Desde luego la faceta de la naturaleza humana que menciona Arte Pun, daría no solo para mover dos carretas...daría para mover una legión...

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  3. Y ahora me poniéndome serio...

    Es por esto que justificamos muchas de las cosas que son injustificables, despreciables y en muchos casos abominables, y que damos por buenas pasando página, gracias a la más que manía frase: “somos así, es nuestra naturaleza”. Gracias por traer esta fábula al blog que siempre está de actualidad, y que por desgracia lo seguirá estando: ¡es nuestra naturaleza!

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